Page 147 - Cultura contributiva en 12
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de las principales exigencias y obligaciones de los gobiernos
es que el gasto público sea repartido de tal forma que se cubran las
necesidades sociales,16 y que todos se beneficien de las ventajas de la
vida en sociedad.
Esto es, destinar una mayor proporción de recursos en acciones que
redunden en empleos con ingresos decentes, educación, servicios
de salud, vivienda digna, pensión universal, entre otros según sea
necesario, para optimizar el bienestar social. Estas acciones se orientan
hacia los individuos de menores ingresos, regiones con menores
recursos y segmentos sociales más desprotegidos.
Así, la distribución del gasto público debe servir para la transformación
social, en una comunidad con la mayor igualdad material posible con
objetivos como los siguientes:17
Elevar los niveles de bienestar y calidad de vida de la población;
Propiciar la igualdad de oportunidades y de condiciones,
garantizando los derechos individuales y colectivos; y
Disminuir la pobreza y la exclusión social.
Lo visto hasta ahora implica necesariamente una íntima conexión entre
los impuestos, los gastos públicos y la justicia social. Sin embargo, para
la eficacia de los impuestos en esta tarea de importancia primordial
(la justicia social) se necesita de autoridades fuertes y enfocadas a los
objetivos, pero también de ciudadanos comprometidos y vigilantes de
las acciones y políticas de gobierno.
16 Ibidem, p. 18.
17 Barnes García, Guillermo, “El gasto público en México”, en Instituto Nacional de Administración Pública, A.C., Las finanzas
del sistema federal mexicano. La reforma del sistema fiscal, visión parlamentaria, México, INAP, 2000, pp. 210 y ss, http://biblio.
juridicas.unam.mx/libros/3/1440/9.pdf. Fecha de consulta: 17 de enero de 2013.
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es que el gasto público sea repartido de tal forma que se cubran las
necesidades sociales,16 y que todos se beneficien de las ventajas de la
vida en sociedad.
Esto es, destinar una mayor proporción de recursos en acciones que
redunden en empleos con ingresos decentes, educación, servicios
de salud, vivienda digna, pensión universal, entre otros según sea
necesario, para optimizar el bienestar social. Estas acciones se orientan
hacia los individuos de menores ingresos, regiones con menores
recursos y segmentos sociales más desprotegidos.
Así, la distribución del gasto público debe servir para la transformación
social, en una comunidad con la mayor igualdad material posible con
objetivos como los siguientes:17
Elevar los niveles de bienestar y calidad de vida de la población;
Propiciar la igualdad de oportunidades y de condiciones,
garantizando los derechos individuales y colectivos; y
Disminuir la pobreza y la exclusión social.
Lo visto hasta ahora implica necesariamente una íntima conexión entre
los impuestos, los gastos públicos y la justicia social. Sin embargo, para
la eficacia de los impuestos en esta tarea de importancia primordial
(la justicia social) se necesita de autoridades fuertes y enfocadas a los
objetivos, pero también de ciudadanos comprometidos y vigilantes de
las acciones y políticas de gobierno.
16 Ibidem, p. 18.
17 Barnes García, Guillermo, “El gasto público en México”, en Instituto Nacional de Administración Pública, A.C., Las finanzas
del sistema federal mexicano. La reforma del sistema fiscal, visión parlamentaria, México, INAP, 2000, pp. 210 y ss, http://biblio.
juridicas.unam.mx/libros/3/1440/9.pdf. Fecha de consulta: 17 de enero de 2013.
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