Page 53 - Foro Reflexiones sobre las tareas y retos de la Justicia Fiscal
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Autonomía del juzgador
Licenciado Gabriel Ortiz Gómez
El valor de los juzgadores para tratar los asuntos, enfrentarlos y resolverlos me parece
fundamental para estar un paso adelante. En aquellos casos en que los Magistrados
cumplen oportuna y debidamente con su función, deben ser ratificados. La
ratificación de los Magistrados es digna de seguirse haciendo.
Me explico, si en un Tribunal cualquiera se designa de por vida a ser Magistrado, éste
ya no tendrá que preocuparse por dictar sentencias oportuna y adecuadamente, por
acudir al Tribunal, por tratar debidamente a los justiciables, o por no retardarse más
de lo justificable en los asuntos que ventila.
Lo que nosotros proponemos es que tengan un nombramiento por un plazo
razonable, pero que con cierta periodicidad sean evaluados. Es decir, no estoy de
acuerdo con las designaciones de por vida.
Considero que debe existir un organismo claramente identificado, honesto, serio y
profesional, que haga las evaluaciones correspondientes. Si se evalúa a funcionarios
públicos, por qué no evaluar a un Magistrado.
Licenciado Rafael Ramírez Moreno Santamarina
Perdón que difiera totalmente de lo que acaba de decir Gabriel. Creo que los
juzgadores no deben ser sujetos a un nuevo nombramiento. Los Magistrados se
manejan con total honestidad, honorabilidad e imparcialidad, pero ¿qué sucede si
está próximo un nuevo nombramiento y las estadísticas de ese Magistrado favorecen
al particular y no a la autoridad? Posiblemente, el Magistrado buscara la forma para
que sus resoluciones favorezcan los criterios de la autoridad, violándose con ello el
principio de imparcialidad.
No estoy hablando de cosas que no hayan vivido los Magistrados. Estoy hablando de
algo real.
Por eso, sostengo que si ya se ratificó una sola vez al Magistrado, es más que probado
que es una persona que tiene la capacidad necesaria para el cargo; sus resoluciones
son las que día a día valoran su actuación y no necesita un nuevo nombramiento
dentro de 10 años.
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Licenciado Gabriel Ortiz Gómez
El valor de los juzgadores para tratar los asuntos, enfrentarlos y resolverlos me parece
fundamental para estar un paso adelante. En aquellos casos en que los Magistrados
cumplen oportuna y debidamente con su función, deben ser ratificados. La
ratificación de los Magistrados es digna de seguirse haciendo.
Me explico, si en un Tribunal cualquiera se designa de por vida a ser Magistrado, éste
ya no tendrá que preocuparse por dictar sentencias oportuna y adecuadamente, por
acudir al Tribunal, por tratar debidamente a los justiciables, o por no retardarse más
de lo justificable en los asuntos que ventila.
Lo que nosotros proponemos es que tengan un nombramiento por un plazo
razonable, pero que con cierta periodicidad sean evaluados. Es decir, no estoy de
acuerdo con las designaciones de por vida.
Considero que debe existir un organismo claramente identificado, honesto, serio y
profesional, que haga las evaluaciones correspondientes. Si se evalúa a funcionarios
públicos, por qué no evaluar a un Magistrado.
Licenciado Rafael Ramírez Moreno Santamarina
Perdón que difiera totalmente de lo que acaba de decir Gabriel. Creo que los
juzgadores no deben ser sujetos a un nuevo nombramiento. Los Magistrados se
manejan con total honestidad, honorabilidad e imparcialidad, pero ¿qué sucede si
está próximo un nuevo nombramiento y las estadísticas de ese Magistrado favorecen
al particular y no a la autoridad? Posiblemente, el Magistrado buscara la forma para
que sus resoluciones favorezcan los criterios de la autoridad, violándose con ello el
principio de imparcialidad.
No estoy hablando de cosas que no hayan vivido los Magistrados. Estoy hablando de
algo real.
Por eso, sostengo que si ya se ratificó una sola vez al Magistrado, es más que probado
que es una persona que tiene la capacidad necesaria para el cargo; sus resoluciones
son las que día a día valoran su actuación y no necesita un nuevo nombramiento
dentro de 10 años.
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