Page 22 - Trabajo Ganador
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ignificantes que alcanzan apenas para subsistir dejando de considerar como renta
ingresos de cuantía elevada que son destinados para la obtención de lujos.
Derivado de las imprecisiones del concepto de renta basado en la periodicidad del
ingreso, Guth trata de perfeccionar dicha postura argumentando que no debe
considerarse la periodicidad del ingreso sino la regularidad de la fuente de riqueza.
Con la cual, a simple vista, se podrían catalogar como renta, por ejemplo, los ingresos
por premios, pues aunque no son un ingreso regular sí provienen de una fuente
permanente: la empresa la cual periódicamente organiza los concursos y sorteos. Sin
embargo, aclara el autor que es indispensable que la regularidad de la fuente se
formalice en títulos ciertos. Es decir, de acuerdo a su punto de vista no se deben
considerar como renta las limosnas, donaciones y lo premios de lotería que no tienen
una regularidad pactada, pero sí lo son las pensiones vitalicias, las subvenciones
garantizadas y cualquier renta pactada jurídicamente24.
Una postura similar presenta Neumann, quien plantea la utilización del criterio de la
periodicidad mediante una percepción en términos de fuentes25. Él afirma que con esto
se solucionarían las dificultades y se considerarían como renta las ganancias de
especuladores, comerciantes, artistas, honorarios profesionales, sin importar la
regularidad de los ingresos, pues resultan de fuentes de tipo permanente; aclarando
que con dicho enfoque no se catalogarían como renta los premios de lotería, las
herencias y otras ganancias similares porque no cabe mantener que provienen de
fuentes permanentes26. Postura que, como finalmente concluyó el mismo autor, resulta
insuficiente.
24 Cfr. Id.
25 Wueller hace la aclaración de que el criterio de la fuente no es otra cosa que el criterio de
interpretación de la categoría, dentro del criterio de periodicidad. Cfr. Op. cit., p. 265.
26 Sin embargo, referente a esta consideración Wueller hace una buena aclaración sobre la permanencia
de una fuente. Él considera que dicha permanencia depende de los cambios culturales generales; que el
capital es una fuente permanente siempre que se encuentre en una sociedad capitalista, exponiendo
desde su punto de vista que la hipótesis de que las fuentes de la donación y de los premios de lotería son
menos permanentes que la de la propiedad. Cfr. Wueller, Paul, Op. cit., p. 265.
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ingresos de cuantía elevada que son destinados para la obtención de lujos.
Derivado de las imprecisiones del concepto de renta basado en la periodicidad del
ingreso, Guth trata de perfeccionar dicha postura argumentando que no debe
considerarse la periodicidad del ingreso sino la regularidad de la fuente de riqueza.
Con la cual, a simple vista, se podrían catalogar como renta, por ejemplo, los ingresos
por premios, pues aunque no son un ingreso regular sí provienen de una fuente
permanente: la empresa la cual periódicamente organiza los concursos y sorteos. Sin
embargo, aclara el autor que es indispensable que la regularidad de la fuente se
formalice en títulos ciertos. Es decir, de acuerdo a su punto de vista no se deben
considerar como renta las limosnas, donaciones y lo premios de lotería que no tienen
una regularidad pactada, pero sí lo son las pensiones vitalicias, las subvenciones
garantizadas y cualquier renta pactada jurídicamente24.
Una postura similar presenta Neumann, quien plantea la utilización del criterio de la
periodicidad mediante una percepción en términos de fuentes25. Él afirma que con esto
se solucionarían las dificultades y se considerarían como renta las ganancias de
especuladores, comerciantes, artistas, honorarios profesionales, sin importar la
regularidad de los ingresos, pues resultan de fuentes de tipo permanente; aclarando
que con dicho enfoque no se catalogarían como renta los premios de lotería, las
herencias y otras ganancias similares porque no cabe mantener que provienen de
fuentes permanentes26. Postura que, como finalmente concluyó el mismo autor, resulta
insuficiente.
24 Cfr. Id.
25 Wueller hace la aclaración de que el criterio de la fuente no es otra cosa que el criterio de
interpretación de la categoría, dentro del criterio de periodicidad. Cfr. Op. cit., p. 265.
26 Sin embargo, referente a esta consideración Wueller hace una buena aclaración sobre la permanencia
de una fuente. Él considera que dicha permanencia depende de los cambios culturales generales; que el
capital es una fuente permanente siempre que se encuentre en una sociedad capitalista, exponiendo
desde su punto de vista que la hipótesis de que las fuentes de la donación y de los premios de lotería son
menos permanentes que la de la propiedad. Cfr. Wueller, Paul, Op. cit., p. 265.
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